EFIGAS; muy natural

“Don Natural” es el nombre de un hermoso colibrí que habita en un territorio del occidente de Colombia. Es un pájaro que adapta su forma de existir a las distintas regiones, alturas y temperaturas de nuestro país.

Don Natural llevaba ya varios años viviendo en una zona boscosa y encantadora. Allí se divertía posándose en cuanta flor encontraba, pues no eran pocas en una zona tan colorida por ellas. También se recreaba compartiendo con los pájaros que se desplazaban por cada uno de los árboles allí existentes.

Todo marchaba a las mil maravillas, hasta que varias familias construyeron cerca de allí sus casas. Los habitantes comenzaron a derribar los árboles para cocinar sus alimentos con leña. El bosque se fue entristeciendo progresivamente, pues como ya los árboles cada vez fueron menos, así mismo los pajaritos se fueron muriendo o se trasladaron a otros sitios.

Don Natural enfermó tanto que parecía morir ante aquella situación, pues el aire ahora le resultaba pesado hasta para respirarlo. Había ya transcurrido un año de tristezas, cuando llegó por aquellos lados la energía eléctrica. Los pobladores de este lugar, cambiaron sus fogones de leña por estufas eléctricas y los árboles entonces comenzaron a retoñar y a florecer, pues sus “adversarios humanos” estaban entretenidos en utilizar otro recurso.

No habían pasado seis meses, cuando llegaron las golondrinas que venían de otro lugar de Colombia. Ellas les contaron al colibrí y a los escasos animales de allí, que en sus viajes conocieron lo que era una central hidroeléctrica, vieron de donde sale la energía necesaria para poner a funcionar las estufas y otros electrodomésticos; explicaron cómo ella hace uso del agua en movimiento, por lo tanto hace uso de un recurso vital como es el agua. Don natural y los otros animales se afligieron de nuevo y comenzaron a implorar que apareciera un sistema de energía o combustible que no causara daños a la naturaleza.

El cielo atendió los ruegos de los animales y un día de enero se escuchó en el vecindario la llegada de EFIGAS; una empresa prestadora del servicio de gas natural. El colibrí voló a otros lugares para darse cuenta de primera mano cómo era eso del gas natural. Se enteró que el gas natural se encuentra en el subsuelo y procede de la descomposición de materia orgánica atrapada entre estratos rocosos, por lo tanto, no pone en riesgo ninguno de nuestros recursos vitales.

Don Natural volvió a su territorio y contó lo investigado a sus compañeros. Éstos asombrados esperaron a ver qué sucedía y es así como hoy, dos años después, todos en aquel lugar se sienten felices; las personas porque les mejoraron sus condiciones de vida y las plantas, los animales y la naturaleza en general, porque EFIGAS definitivamente respeta sus condiciones vitales.

Autor. Julián David Trejos González