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La familia y el caballo

En la población de Remedios, pueblo hermoso y de maravillosos parques, bosques y cultivos de flores donde viven los más variados animales; con ríos cristalinos y transparentes.

Al otro lado de este paraíso tan elegante, había una amplia y gran casa de campo donde vivía una familia con buenas relaciones entre todas las personas que allí vivían, pero como no todo es perfecto también encontraron que tenía un problema: faltaba orden, pues no le      ponían orden a la casa y eso era un desastre, todo en ella estaba cambiando de lugar, parecía un campo de recreo de duendes o brujas, esto impedía tener consideraciones con nadie.

Un día, Vicente, uno de los habitantes de la casa grande el esposo de una de las mujeres que allí vivía, dijo a su esposa que había decidido irse a trabajar al pueblo vecino, esta motivada por el trabajo y ganas de trabajar de su esposo lo apoyo y le prometió en  lo posible le acompañaría cuando pudiera al trabajo entonces al día siguiente se fue el esposo a ver si conseguía trabajo; y lo logró, fue aceptado, pero entonces el patrón le dio que debía madrugar más porque debía asear las caballerizas y cuidar a los caballos y ensillaros para que las    personas montaran. Él dijo que bueno que bueno,  y se puso a trabajar muy animado, pues nunca lo había hecho y esto  estuvo muy bueno; al día siguiente los bañó les peinó la crin, les dio zanahorias, pero se le presentó un problema: no sabía comunicarse con los caballos y no tenía ni la más remota idea de cómo hablar con  ellos; estuvo pensando y pensando, y lo único que se le ocurrió fue directamente hablarle o preguntarle al primero que se encontró cómo le gustaba a el que lo tratara, pero no obtuvo respuesta alguna.

Así continuó tratándolos con cariño y compartiéndoles conversaciones e historias y a la  vez haciéndoles preguntas sin ningún resultado; hasta que un día cuando ya se dio por vencido, tomó la decisión de no volver a hablarle a esos animales que no sabían agradecer sus      gestos , ni su amistad, y además, algunas personas que lo habían escuchado hablar estaban diciendo por ahí que se estaba enloqueciendo y cuando pasaba decían: “Pobre Vicente se está enloqueciendo”.

Al día siguiente y otros dos más llegó en silencio y realizó su trabajo pero no les hablo a ninguno. Y los caballos empezaron a relinchar y hacer ruido, Vicente no les hizo caso y siguió en lo suyo, cuando se estuvieron callados, el fue, abrió la puerta y casi se desmaya cuando en coro los caballos le dijeron: “!Hola! Vicente ¿Cómo estás?” Muy asustado, pero feliz, a la vez les respondió que bien, gracias. Desde ese día las conversaciones fueron cada vez mas agradables tanto que Vicente prefería escucharlos, pues aprendería mucho de ellos, de sus               secretos y de como atenderlos.

Así Vicente con humildad y ganas  de trabajar se convirtió en un excelente chalán y el mejor cuidador de caballos de su pueblo, no solo los ensillaba sino que ya los montaba, él quiso compartir el secreto con su esposa Sara quien también aprendió a tratar y querer a los         caballos, y juntos vivieron en paz y con muy buenas relaciones, dando ejemplo de respeto y buen trato a los demás seres que les rodeaban, especialmente a los humanos que a veces creen que son quienes siempre tienen la última palabra , en sana convivencia sin el más      mínimo esfuerzo.

Fin

 

Karen Dahiana Chiquito Tonusco

Finalista cuento categoría uno

 

EN NOMBRE DE LA PAZ

 

Y entonces en voz baja imploro a Dios,

me llene de sentimientos y me llene de amor.

Para luchar por los nuestros y por lo que cada uno eligió.       

Ser hombre de bien y no juzgar a los demás,

¿Cuándo cambiará el hombre? ¿Cuándo reinará la paz

¡Cuántas emociones en la vida tendrás,

si en unión con tus hermanos lograras tener la paz!

Sin embargo me duele la indiferencia de algunos,

que sólo piensan en hacer el mal

Habrán visto a tantos que no luchan por terminar con la maldad,

Sólo destruyen sin pensar en los demás,

no tienen amor por la naturaleza que es lo más lindo que Dios nos da.

Amemos nuestra vida, hagamos siempre el bien,

luchemos por nuestros niños,

por este mar y por estas tierras también.

Transformemos todo en esencia pura, el amor   lo cambia todo.

Aprende a vivir en   compañía,

respeta y ama con sabiduría.

 

Luchemos por lo que amamos,

trabajando en unión cada día

Y el mundo se colmará de armonía.

 

 

José Manuel Trejos Salazar primer  puesto a nivel  departamental en la categoría de poesía.

 

 

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